El debate entre los aspectos positivos y negativos de la cibercultura podría resultar casi eterno y, a menudo, laberíntico. A modo de resumen, la enumeración que viene a continuación tratará de arrojar luz a esta revolución:
POSITIVOS:
- Inmediatez en la comunicación y acceso a la información.
- Acceso a una ingente cantidad de información.
- Libertad de espacio y tiempo.
- Universalidad.
- Democratización de la información, la cultura, la comunicación, el conocimiento...
- Prosumidor (se difumina la barrera entre la élite productora y el populacho consumidor).
- ETC, etc...
NEGATIVOS:
- Imposibilidad para garantizar intimidad y protección de datos personales.
- Apropiación indebida de propiedad intelectual.
- Ciberdelitos (aparición de nuevos delitos difíciles de catalogar y legislar).
- Hiperinformación (el usuario tiene acceso a demasiada información).
- Infoxicación (Circulación de demasiada información sin contrastar y verificar, difícilmente identificable para el usuario medio).
- Brecha digital (por dos motivos, el analfabetismo digital; y la falta de recursos).
- Nativos digitales (analfabetos en otros aspectos de la vida).
- Posibilidad de caer en el aislamiento social.
- Problemas de conducta derivados e imposibilidad de distinguir la realidad.
- Dominación del ciberespacio por parte de empresas multinacionales y gobiernos al servicio del capital y de intereses ocultos.
- ETC, etc...
Según este listado podría parecer que existen más aspectos negativos que positivos. Desconozco si la balanza se decantará más en un sentido o en el otro, no obstante, lo que sí parece claro es que ya transitamos de una manera habitual por el ciberespacio y convivimos con la cibercultura en una comunidad global. Existen aún demasiados cabos sueltos como para caer en la complacencia y, por tanto, es deber de todos exigir un mundo mejor también en la red de redes.
"Knowledge is free. We are Anonymous. We are Legion. We do not forgive. We do not forget. Expect us!".
Lema del movimiento Anonymous.